viernes, 28 de agosto de 2009

¿Qué hacemos con lo que llega para ser escuchado?

¿Pero qué hacemos con lo que llega para ser escuchado?, lo que hacemos de “normal”, es que nos perdemos en el pasado proyectando al futuro para intentar explicarlo.

Desde un nivel de escucha, no podemos escuchar lo que no tenemos dentro de nosotros, es decir que si no tengo el modelo integrado en mi intelecto no lo comprenderé. La palabra rojo que designa un color no puedo entenderla de no ser que sepa qué es el color rojo, este es un ejemplo simple para llegar a entender qué es, desde este nivel desde donde escuchamos siempre.

Cuando ponemos en un molde cada cosa que escuchamos, por ejemplo cuando se nos cuenta una historia, solo cabe en lo que ya está en mí, entonces la totalidad de la historia no tiene cabida, no es escuchada.

Lo mismo sucede cuando escuchamos un cuerpo con las manos, dependiendo qué modelo de movimiento tenga integrado en mí, así se mostrará el movimiento, tanto sea inhalación, exhalación, como sean las mareas, etc…
Entonces desde este modelo no escuchamos.

Primero tenemos que permitir escucharnos a nosotros sin ningún molde preestablecido; prueba, en este momento, escucha, no pienses, para de leer, cierra los ojos, puedes percibir la vida que fluye por tu cuerpo, es como una suave vibración…siéntela, no la atrapes, déjala que sea, estás escuchando tu cuerpo. Lo mismo con los pensamientos, percíbelos, no los atrapes si aparecen, simplemente haz lo mismo, no intentes hacer nada, espera un momento…ahora estás escuchando desde el Ser, desde el lugar que todo puede ser escuchado sin tener que hacer nada de lo que es revelado en otra persona o en ti, simplemente recíbelo, en este recibir está la escucha, la escucha a nivel del Ser. Este nivel de trabajo, es Ser, no hay nada que hacer.

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