viernes, 28 de agosto de 2009

La Quietud


La verdadera escucha es otro modo de llevar la Quietud a la relación.

Cuando escuchamos verdaderamente a alguien, esa escucha que surge de la dimensión de la Quietud se convierte en parte esencial de la relación.

La verdadera escucha es un don escaso. Generalmente la mayor parte de la atención de la persona está consumida por sus pensamientos. En el mejor de los casos, puede estar evaluando tus palabras o preparando la siguiente frase que va a decir. O puede que no te esté escuchando en absoluto, perdida en sus pensamientos.

La verdadera escucha va más allá de la percepción auditiva. Es el emerger de una atención alerta, un espacio de presencia en el que las palabras son recibidas. Las palabras se vuelven secundarias, pueden ser significativas o pueden no tener sentido, mucho más importante que aquello que estás escuchando es el acto mismo de escuchar, es el espacio de presencia consciente que surge al escuchar. Ese espacio es un campo de conciencia unificada en el que te encuentras con una o más personas sin las barreras separativas creadas por el pensamiento conceptual. Y la otra persona deja de ser “otra”. En este espacio estamos unidos en una misma comunalidad que es la Inteligencia.

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