sábado, 13 de febrero de 2010

TENER O NO TENER RAZÓN ¿IMPORTA?

Dos monjes volvían por la noche a su templo. Había llovido y el camino estaba muy embarrado.

LLegaron a un cruce donde había una bella muchacha incapaz de cruzar la calle sin mancharse sus zapatos y su vestido. Uno de los monjes la cogió en brazos y la cruzó al otro lado ante la atenta mírada de su compañero. Seguidamente los dos monjes continuaron su camino en silencio. Aquella noche, el monje que había visto cómo su compañero cogía en brazos a la muchacha, incapaz de contenerse durante más tiempo, dijo al otro monje. Cómo has podido hacer eso, los monjes no podemos ni debemos mirar a las mujeres, y mucho menos tocarlas si son jóvenes y bellas. El otro monje le contesto, yo he dejado a la muchacha allí.....y tú aun la llevas.

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